Con unos amigos, nos encontrábamos recordando otra anécdota con el juego de la copa. Hablo de la experiencia del campamento, donde se vió a la copa girar sobre si misma sin intervención física de nuestra parte.
Con estos amigos, esa noche, hace unos 20 años, decidimos hacer el intento de documentar objetivamente el movimiento de la copa en forma independiente.
Intentando documentar el Juego de la Copa
Aprovechamos la casa de uno de nosotros, que estaba a nuestras anchas ya que el dueño de casa tenía a sus padres de viaje, para montar, recuerdo que fué en la mesa de la cocina, un pequeño set, incluyendo un trípode y una filmadora.
Era una noche de invierno, lluviosa, y teníamos un par de ventanales donde se sentía el batir del viento y ramas de unos arbustos, dando claramente un ambiente interesante. Quizás demasiado propicio … ya verán.
Empieza el juego de forma tradicional, con los cuatro poniendo la yema de sus dedos sobre la base de la copa, que estaba invertida sobre la cármica de la mesa, encerrada por el círculo de letras, números, SI y NO clásicos.
Invocamos con las usuales frases de llamado hacia algún espíritu de la luz y la verdad, y nuestro llamado al mas allá fué correspondido casi inmediatamente con un estremecimiento de la copa, seguido del seguro movimiento hacia el primer mensaje.
Dos de mis amigos eran un tanto miedosos y sin experiencia. Problema en puerta, porque la noche claramente no ayudaba a dar confianza en estos temas, y ya estaban un tanto mas que nerviosos.
Momento crucial del Juego de la Copa
En determinado punto, quedamos de acuerdo con el espíritu presente en que íbamos a levantar los dedos para que él pudiera mover la copa. El espíritu nos dió el OK pero nos pidió que no retiráramos las manos del entorno del círculo, que las dejaramos suspendidas por encima de la copa.
Comenzamos dejando el dedo a un centímetro de la misma, y ahi nomás, sin mayor vuelta, la copa se mueve SOLA!. Se mueve vacilante, despacito, pero se desplaza aproximadamente un par de centímetros sobre la mesa, mientras todos constatamos que nuestros dedos efectivamente no están tocando la misma!
La cámara! estaba apagada! suspendemos, un poco por la emoción del momento, otro poco por la necesidad de prenderla para comenzar, y en ese momento los dos amigos inexperientes, muertos ahora si, de miedo, suspenden el juego. Fué demasiado para ellos!
Luego de este episodio, no he tenido oportunidad de volver a experimentar por este camino de lograr que la copa se mueva sola. Alguno de los lectores lo ha hecho ? por favor comparta en los comentarios a esta nota! Para muchos de nosotros la prueba de que la copa se mueve sola es un paso sumamente importante para adelantar en la investigación espiritista del fenómeno del Juego de la Copa!