Esta historia transcurre unos cuantos años atrás, allá por el año 1994, un 2 de noviembre, dia de los muertos. En nuestro país es un feriado y estábamos unos 9 o 10 jóvenes reunidos en la casa de un amigo, pasando el rato.
Habíamos terminado de cenar unas pizzas, y surgió el momento de decidir como cerrar el evento. La idea había sido mirar una película, pero infaltable, salta alguno con el tema del Juego de la Copa.
Todos se inclinaron por el Juego de la Copa, influenciados por los mas experientes en el tema: proponian una experiencia particularmente jugosa, considerando la fecha.
Efectivamente, el Juego arrancó con toda ímpetu y fueron haciéndose presentes diversos espíritus entre los cuales recuerdo en particular al abuelo de una de las chicas presentes, que tenía un mensaje para su nieta. El mensaje en si fue «en clave»: el espíritu no mencionaba algo en concreto, ni pie alguno para que nosotros entendieramos de que estaban hablando, pero la chica estaba muy seria y acusaba recibo del tema.
Pero el plato fuerte de la noche vino despues, cuando ya sobre las 11 de la noche apareció un espíritu que nos propuso «darle una mirada al mas allá».
Eso que leen, fue lo que nos propuso! El espíritu argumentaba que dada la fecha, la sintonía con el plano espirita era ideal y que era posible para él ayudarnos a tener una experiencia inolvidable donde podíamos dar un atizbo a lo que había en el mas allá.
Mas de una nuca tuvo sus pelos en punta! la Copa nos insistió en hacer la experiencia, apremiándonos por la hora (se iba el 2 de Noviembre!) y nos detalló las instrucciones a seguir:
Debíamos ir a una habitación tranquila, ponernos cómodos, en ronda, por ejemplo sentados en el piso, y tomarnos de las manos, apagando la luz, mientras visualizabamos que nuestra alma se descorporizaba, y subía «desde nuestras cabezas» hacia un punto en el centro del círculo en el aire, y allí se unian todas juntas, para irse hacia arriba.
Al finalizar las instrucciones, tuvimos dos desertores, que no se animaron a participar.Pero quedábamos 8 amigos y amigas dispuestos a hacer la prueba!. Fuimos al estar de la casa, que era amplio, y seguimos las instrucciones.
A los dos o tres minutos de estar enfocando nuestro pensamiento en la visualización de la descorporización de nuestras «almas», a mi se me ocurre abrir los ojos…
Veo claramente como tubos de luz estilo «niebla condensada» que salen de nuestras cabezas, forman como un techo tipo paraguas sobre nosotros y sigue un solo «troncal» de luz mas grande, hacia arriba, hasta el techo.
Lamento decirles que me acobardé. Me paré, con un grito, y salí corriendo a prender la luz. Nadie acusó recibo de haber visto lo que yo les relaté. La Copa por otra parte, ya no se movió más esa noche.